lamamademartin_Antes que nada, quiero dejar claro que respeto, admiro, promuevo y entiendo todas las maravillas y lo excelente que es la Lactancia materna exclusiva (LME) para nuestros hijos.
Sin embargo, existimos mujeres que al convertirnos en mamás no logramos vivir el sueño de la LME, y que por el contrario nos resulta pareciendo todo lo contrario a un hermoso sueño, y ese es mi caso, y es la historia que quiero contarles el día de hoy.
Para ser sincera, yo siempre creí que el tema de dar LM era algo intuitivo, que iba a ser fácil, y que no necesitaba saber mucho para poder hacerlo y ahora creo que ese fue mi mayor error: LA DESINFORMACIÓN.
Lamentablemente las mujeres somos las únicas mamíferas que tenemos problemas para amamantar a nuestros hijos, a lo largo de la historia han sucedido tantas cosas que han causado que seamos el único mamífero que no puede lactar a su cría.
Mi historia en resumidas cuentas es que mi hijo nació, yo no tenía ni idea que hacer, me lo pegue al pecho pensando que estaba comiendo bien y resulta que no, mi bebé estuvo a punto de sufrir una hipoglicemia grave con riesgo de convulsionar porque no supe pegarlo a mi pecho y durante todo el tiempo que pensé que lo estaba alimentando el no comió absolutamente nada. Imagínense ustedes un recién nacido, 8 horas sin comer ... pues afortunadamente no pasó a mayores, pero tuve que recurrir a la leche de fórmula, pues al darme cuenta que yo no lo estaba haciendo bien me invadió un miedo indescriptible de que esto volviera a pasar, y quise “asegurarme” con un tetero y leche de fórmula, donde yo tenía el control absoluto de la cantidad de onzas que estaba comiendo mi bebé.
Y así fueron pasando los días, yo intentaba también seguir con el seno, pero mi hijo rápidamente se acostumbró al tetero y rechazo mi seno, y un buen día cuando el apenas tenía 2 meses mi leche se seco por completo y no me salía nada, claramente ... el no siguió estimulando y mi producción paro.
Se qué tal vez muchas otras mamás han pasado o estarán pasando por una situación similar, pues casi siempre fracasamos por la falta de confianza en nosotras mismas y en nuestra naturaleza, ah y por supuesto, no falta el consejito de algún “opinologo” que termina por acabar con cualquier intento que tengamos de lactar a nuestro hijo.
A esas mamás, quiero decirles desde mi experiencia que la leche de fórmula también está bien, que tú no eres mejor o peor mamá por dar leche materna o leche de fórmula, que estoy segura que en cada tetero que has preparado para tu bebé has depositado todo tu amor y tu entrega, quiero decirte que el principal ingrediente siempre va a ser el amor, el amor que le pones a cada una de las cosas qué haces por tu bebé, a cada trasnochada, a cada vez que pasas tu dedo por su naricita para asegurarte que está respirando.
Quiero decirte que eres fuerte, que eres la mejor mamá que tu bebé puede tener, y que a pesar de que los beneficios de la LM son naturales e innumerables, la leche de fórmula no es el fin del mundo, mi hijo tiene 10 meses, creció desde su nacimiento con un 90% leche de fórmula y su desarrollo ha sido excelente, es un bebé sano, un bebé fuerte, un bebé feliz, porque como mamá decidí dejar a un lado los señalamientos y enfocarme a darle a libre demanda el ingrediente más importante que es el amor, el amor de mamá.
Y a las mamás que aún esperan la llegada de sus bebés quiero decirles, ustedes son capaces, infórmense, no crean todo lo que les dicen y confíen en nuestra naturaleza ♥️
Juliana Daza
Reiteró mi respeto, y mi posición frente a la LME defendiéndola siempre como principal alimento para los bebés, en ningún momento quiero restarle importancia o poner por encima de la leche materna la leche de fórmula. 💜